martes, 20 de octubre de 2009
Incomprendido
En pana
Teoría de la aplicación de un completo
Formadas en este proyecto de raso cinia vida…
Yo lo único que deseaba era borrar esa invisible hacha adquirida con los tragos de la siempre curiosa noche anterior…
Estación Limache
De personas sin ojos ni corazón
Que corren como hormigas drogadas por azúcar
Llevadas por la necesidad del que nunca va a llegar
Yo me rió sin parar ya que me lanzo con ellos como piquero al mar…”
viernes, 9 de octubre de 2009
Pegando fuerte
Sabía que tenía que subir al ring, la administración pública me golpeaba una y otra vez y más de alguna vez termine con ojos morados no exactamente de golpes pero reconozco que me dejaba know out. Una vez recuperado el aliento y ayudado por el café tome mi segundo aire, ahora me tocaba el campeón de pesos pesados, lo llamaban Maik logaritmo Tyson, ni siquiera lo vi venir, a sólo un calculo del final me tumbo de un paréntesis negativo.
¿Estas o no?
¡Corro! ¡Grito! ¡Te busco!
¡Me escondo! ¡Me doblo! ¡me agacho!
Me doblo un poco más y te busco
¡Te busco! ¡Te busco! ¡Te busco!
Me avergüenzo pero te sigo buscando
Tú me miras con asco
Yo corro la mirada y ya no te busco
Sigo caminando y nuevamente ¡enloquezco!
Empiezo a saltar y a golpear
Miro con detención y tú también lo buscas
En tu silencio abismal y anónimo
Luego el viento, el pan con chanchito y el confort
La luna calmándome y tironeándome, termina ella la búsqueda
Moco, verde, chico y pegado a mí
Siempre ahí donde no busque, bajo mis narices…
Seguís siendo la misma de siempre
Aun las hojas siguen cayendo
Aun el sol vanidosamente nos deja cada día
Aun la niebla corre de nuestros ojos
Y aun bailamos con los vientos
Todavía te veo cuidando tus acordes
Emocionándote con suspiros que aún están
Sentimientos tras tragedias y más sentimientos
Tus voces enraizadas en polvos y harinas
Preguntando ¿si acaso alguna vez terminaría?
Sufriendo desde la soledad de tus sueños
Queriendo llorar por llorar para todo lavar
¿Qué haremos sin la melancolía de tu cantar?
¡Hay mi buena señora!
¡No quiero ya emocionarme!
No deseo despedirme sin antes abrazarte
¿Para qué desaparecer sino antes la bendición de tu canción?
Si tú no estas es como no tener madre
Sin micrófonos para ti es como un invierno sin pena
De qué dulzura comeremos si tus suspiros no estarán
Sólo queda el gran regalo de tu corazón
Tengo escalofríos al dejar ir tu poncho
Como cuando los tuve hace tantos años
¡Quiero gritar y huir! Llorar siempre en solitario
Por no cobijarte y olvidarte, te extraño, te extraño, te extraño
Ya no puedo escribir, sólo quiero silencio…
Me sigo preguntando si la esperanza me es bienvenida
O si tendré que dejarla huir con la televisión
¿La verdad, la humildad o la ironía?
Confusiones que cada día se engrandecen y desaparecen
Todo ha dejado de brillar desde que marchaste
Todo más peligroso y rápido
Nacimientos más grises y mecánicos
Fiestas enmarcadas en lineamientos uniformados
Las puertas se cierran…
Polvos y años invaden las guitarras que nunca más aparecerán
Panderos, charangos y convicciones colgadas
Murales sobrepintados con precauciones y ventas
¡Hay mi señora! ¿Qué es lo qué estoy sintiendo si años ya ha vivido?
Con amores, nubes, océanos y regalos
Aún sabemos que estarás en nuestros ojos empapados
Cantando, componiendo, danzando y ofreciendo vivir
Para ser por siempre, simplemente y nada más que La Negra.
Mercedes Sosa (1935 – 2009)
Caminando por la 68
Aún sigo sumando el interminable nevar
Aún sigo nadando en el verde espontáneo
Siempre en silencio bajo esta tempestad
Esperando luciérnagas que nunca han de volar.
Como me gustaría abrazar esos reflejos mortales
Llorar y reír junto a flores que regulan paz
Sintiendo cada vez más tu suspirar
Logrando momentos de racionalidad en tu mirar.
Aguas saladas bailan con dulces cafés
Calurosos abrazos con mermeladas sin pan
Compañía abundante en asientos vacíos
Junto a interés comercial, profesional, de vida y personal.
Niebla silenciosa y mentirosa
Piedras de harina, hierros y necesidad
Arreboles de tierra, oscuridad y funcionalidad
Ayudando a nacer líneas de luz, distancias y serenidad
Verdad deseada y odiada en este físico viaje
Que tanto he de viajar si ni siquiera he de caminar
Sin contar caballos, mulas, jaguares y descansar
En viajes a la universidad, en viajes a la verdad.